La onicocriptosis, uñas incarnatas, o "uñas clavadas" como se conoce popularmente, es una de las situaciones más habituales que se presentan en el pie tanto de niños como de adultos, siendo un cuadro doloroso y molesto pero también peligroso si se deja progresar. Puede generarse por varios motivos:
- alteraciones congénitas de la uña o la falange, que hacen que la lámina ungueal tenga forma de teja y crezca desde su nacimiento ya incluida en el tejido blando de alrededor.
- traumatismos accidentales o repetitivos que golpean y deforman la lámina ungueal provocando que se clave (frecuente en la práctica deportiva).
- corte de uña inapropiado que genera ángulos y esquirlas que terminan por quedarse incluidos en los bordes colindantes.
- enfermedades sistémicas (artrosis, artritis, psoriasis, lupus, enfermedades vasculares) que deterioran /deforman la uña con el paso del tiempo.
En todo los casos los síntomas comunes son inicialmente dolor, inflamación y enrojecimiento de la zona afectada. El peligro radica en que la uña clavada genera una vía de entrada de microorganismos (bacterias/ hongos) que pueden desencadenar un proceso infeccioso agudo y acabar diseminándose la infección a otros tejidos más profundos de la zona (tendón, hueso) complicándose mucho la situación.
Normalmente con la extracción del fragmento de uña causante de la situación y con tratamiento tópico de la infección /inflamación se resuelve satisfactoriamente el problema.