Está comprobado que la gran mayoría de los pacientes que acuden a cualquier clínica podológica de Alcorcón son mujeres y a este fenómeno solamente puede dársele una explicación: El uso continuado de los zapatos de tacón. Además, no hablamos de pequeñas lesiones o heridas de poca o nula importancia, problemas como la compresión de los neurotransmisores, los dedos en garra y otros similares, en ocasiones precisan de una intervención quirúrgica.

Los gemelos o el tendón de Aquiles se convierten en zonas doloridas en aquellas mujeres que, por trabajo o por razones meramente estéticas, pasan la mayor parte del día con tacones de más de 5 cm. de altura. Con el paso del tiempo, la longitud del tendón se acorta y, al quitarse los zapatos, aparece un dolor intenso  en esa zona.

La postura de apoyo al utilizar tacones excesivamente altos es completamente antinatural que carga todo el peso del cuerpo sobre el tercio delantero del pie, algo para lo que no está en absoluto adaptado, y que provoca un desplazamiento en los huesos de las articulaciones que pueden llegar a comprimir los nervios situados entre los dedos. Aliviar el dolor que produce esa presión solo es posible mediante la cirugía en una clínica podológica de Alcorcón. Una solución similar se necesita para solucionar los dedos en garra, una deformación extrema de las articulaciones de los dedos provocada también por esa misma presión.

La mejor medida preventiva para evitar estos problemas pasa por alternar el uso de los zapatos de tacón con calzados más bajos e incluso planos, de forma que la parte delantera del pié no cargue con todo el peso corporal y el tobillo pueda mantener su movilidad.

Y, desde luego, ante la mínima molestia, pedir una cita en el Centro de Salud del Pie.